Sylvia Plath y su rutina creativa

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Estoy malita. Tengo los ganglios on fire (dato personal sin importancia) y cuando me pasa algo así, me dedico a leer Internet compulsivamente sin prestar mucha atención. En esta locura de información sin fin, hoy he dado con una joyita en designTAXI:

The Sylvia Plath Pattern of Creative Flow

Deberíais leer el original en inglés porque, bueno, es el ORIGINAL y está bastante bien escrito. Además, aprender inglés es importante para no perderse el 75% de Internet (modo teacher = ON). Sin embargo, para los que no pilotáis mucho de idiomas, os he hecho una traducción de andar por casa, que siempre es menos cutre que usar Google Translate:

* Sylvia Plath enseña una valiosa lección sobre el “Flujo Uniforme”-abrir los canales para la creatividad, sea para la poesía, o no.

Sylvia Plath era una poeta, y ese era su trabajo y su vida.

Cada día, justo después de desayunar, se sentaba a escribir en su cuaderno sobre nada en concreto, sin importar qué pasara ni dónde estuviera.

Como ella misma decía, NO hacía esto para crear cada día un poema nuevo y maravilloso, sino ÚNICAMENTE para mantener los canales abiertos, para mantener el flujo.

Tampoco era para practicar, sino simplemente un ejercicio de FLUJO-y ella era muy firme con este tema, anteponiéndolo a muchas, si no todas, las demás cosas, ya que lo consideraba importantísimo.

Porque si una buena idea o planteamiento llegaba en cualquier momento después, los canales estarían abiertos y un gran poema se deslizaría a través de ellos y surgiría, allí, en ese preciso instante.

Así que ella escribía sobre cualquier cosa, sin barreras que obstruyesen-una sombra en el alféizar, un trozo de lechuga, una seta vieja encontrada durante un paseo y traída a su cuarto. Sobre el tapete de la mesa, sobre sus manos, sobre un pequeño lago de luz en la alfombra o sobre sus sentimientos al no tener nada nuevo que decir-únicamente dejándolo todo salir durante su “ejercicio mañanero”-sin expectativas más allá de saber que el ACTO de hacerlo era lo que importaba.

He leído su biografía y realmente me ha marcado. Lo entendí inmediatamente y lo implementé a mi rutina. Encender el ordenador, abrir un nuevo documento en blanco y, simplemente, empezar a escribir.

A menudo empiezo con las palabras “¿Sobre qué escribiré hoy?” y a veces sigo así “La verdad es que no lo sé, todo parece un poco lejano y vago, uf, ojalá estuviera en otro sitio, algún lugar fresco y con brisa, bajo un gran cielo azul…”

Como podrás imaginar, a partir de aquí puedes llegar, y de hecho llegas, a muchos sitios, a muchos estados y el flujo verdaderamente surge, aparece de la nada, y Ms Plath estaba en lo cierto, realmente abre los canales.

Ahora, las aplicaciones de esto.

Son auténticamente infinitas.

¿Qué canales son los más importantes para ti, son los más satisfactorios, o los más importantes tal como la poesía lo era para Sylvia Plath y la narrativa para Silvia Hartmann (yo) en sus respectivas épocas?

¿Música? ¿Pintura?

¿Amor, quizás?

Es una idea interesante, ¿verdad?

Podrías desayunar e, inmediatamente después, como una parte de tu rutina como lavarte los dientes, encontrar algo que amar en tu entorno-un juguete o un adorno, una sombra, una cortina, una planta, una mesa-como en el concepto original, NO se trata del objeto o del resultado, sino simplemente de abrir los canales para que FLUYA.

Quizá sea más urgente para ti *ser MÁS amado* y a lo mejor quieras practicar recibiéndolo, por ejemplo, mientras te cepillas los dientes-recibiendo energía del mismo juguete o adorno, de una sombra, cortina o planta, de cualquier cosa de tu entorno, y dejándolo entrar en tu corazón.

Y tal como el ejercicio de Silvia Plath NO era para componer un poema para ser vendido después, esto no se trata de que tú seas querido, sino de abrir los canales y practicar el FLUJO-porque cuando fluye, fluye y consigues todos los otros beneficios naturalmente como un efecto secundario, claro.

Verdaderamente, este es un magnífico patrón para ser aplicado a todo lo que pueda ser importante para ti en algún momento; lo que lo hace tan genial es la insistencia en el FLUJO, en lugar de en el PRODUCTO.

Preocuparse demasiado por el PRODUCTO interfiere el flujo-¡vaya!-y ello constituye un fantástico recordatorio de que hay ciertas cosas que, si se hacen por su propio valor y utilidad, son las verdaderas bases y pre-requisitos para los productos que vendrán después-sean pinturas, o historias, o poemas, o nuestras habilidades para dar y recibir esto o aquello.

Estos productos son el resultado de un consistente y bien establecido Flujo Continuo y esto es algo que la gente tiende a olvidar con sus prisas y su concentración única en el “resultado final”-cuando los productos son, en realidad, nada más que la estela dejada por un barco que, de hecho, contiene todo lo que es valioso.

Picasso ya tenía la versión para Tuiter de esto, que era algo así como «la inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando». Y es que, en mi opinión, creatividad y trabajo van siempre de la mano, y la inacción es lo que finalmente atrofia el músculo creativo (que es el esternocleidomastoideo, for sure). Y yendo un paso más allá y con otra cita, esta vez de Freddie Mercury y más cogida por los pelos, «I like to be surrounded by splendid things». O lo que es lo mismo, rodearse de aquello a lo que se aspira, a lo que se quiere llegar, que inspira…

P.S. La Plath, además de talentosa, guapísima, ¿eh? <3

P.S.II Prometo que en la siguiente entrada no habrá que leer tanto ;)

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